logo_Energya-VM

¿Cuántos tipos de placas solares existen y cuáles son?

A la hora de considerar el autoconsumo es importante saber cuántos tipos de placas solares hay y lo principal de cada una. De esta manera, podremos tomar la mejor decisión.

Por eso, te vamos a mostrar las diferentes clases de placas solares que existen y que tengas la información más completa posible.

¿Cuántos tipos de placas solares hay?

Aunque podríamos clasificarlas por el tipo de energía solar (térmica, fotovoltaica o híbrida), normalmente nos solemos referir a tipos de paneles fotovoltaicos y, dentro de ellos, se suele decir que hay tres principales tipos de placas solares.

No son las únicas (como veremos, hay más) pero sí son las más habituales y las que te vas a encontrar en la mayoría de ofertas y proyectos de autoconsumo solar.

¿Cuáles son esos tres tipos de placas solares más habituales?

Estos son:

  • Paneles solares monocristalinos.
  • Paneles solares policristalinos.
  • Paneles solares de «capa fina».

Aparte de estos, podemos encontrar paneles de silicio amorfo, de telururo de cadmio y, todavía en fase de desarrollo pero muy interesantes, los paneles biohíbridos.

Vamos a verlos en detalle.

Paneles solares monocristalinos

Fácilmente reconocibles por su color negro, son muy populares porque tienen un gran porcentaje de eficiencia, en torno al 20% en los modelos más nuevos.

Hechos de silicio monocristalino (de ahí su nombre), están entre los más caros, pero también los más duraderos, ocupan poco espacio y, a pesar de eso, tienen una excelente capacidad de producción.

Paneles solares policristalinos

Reconocibles por su tono azulado, estos paneles están hechos de silicio puro que se funde. Esto permite que su fabricación sea más sencilla y barata que la de los paneles monocristalinos.

A cambio, tienen menor eficiencia (alrededor de un 15% en los modelos nuevos), ocupan algo más de espacio y suelen durar algo menos. Uno de los motivos principales es su menor resistencia al calor intenso. Es por eso que, si vivimos en una zona especialmente soleada y calurosa, querremos considerar bien la opción de paneles monocristalinos.

Los paneles policristalinos son más económicos y suponen una excelente opción para muchos ya que, al final, aunque ocupen algo más, pueden generar una potencia similar a la anterior opción.

Paneles solares de capa fina

Con este tipo de placa solar, entramos en otra forma de fabricar los paneles. Estos se construyen colocando una o varias capas finas de material fotovoltaico (de ahí el nombre)  sobre un sustrato.

Este material fotovoltaico puede ser silicio, como en los tipos de paneles solares que ya hemos visto, pero también cadmio o incluso cobre.

Estos paneles tienen varias ventajas sobre los anteriores, como que son más fáciles de producir, se pueden fabricar en masa, el material fotovoltaico usado es menor (una capa fina) y, por tanto, resultan más económicos.

Otra curiosidad es que son flexibles. Eso los hace aptos para aplicaciones alternativas como, por ejemplo, una placa enrollable y portátil que podemos llevar en el maletero del coche para cargar dispositivos, como ordenadores.

Su reto principal es que ocupan mucho espacio. Es por eso que no son óptimos para consumo residencial, a menos que dicho espacio no sea un problema. No obstante, si estamos pensando en autoconsumo para el hogar, casi siempre estaremos eligiendo entre paneles monocristalinos y policristalinos.

Paneles solares de silicio amorfo

Estos paneles son baratos de construir, porque también son de capa extremadamente fina. Es decir, que el material fotovoltaico necesario es menor. Lo que ocurre es que no son demasiado eficientes (suele dar un porcentaje aproximado del 7%, lejos del 20% de los monocristalinos).

Si alguna vez hemos visto una de esas calculadoras o relojes con una pequeña placa solar que los hacía funcionar, hemos visto al silicio amorfo en acción.

Aunque pueden ser ideales para zonas sin problemas de espacio y con presupuesto ajustado, tampoco será la opción que nos presenten en la mayoría de proyectos de autoconsumo residencial.

Paneles de telururo de cadmio

Usar este material presenta ventajas, como la de un menor coste de fabricación y usar menos agua en la producción que el silicio. Esto reduce la huella de carbono, pero a cambio, el cadmio es tóxico, lo que genera un problema.

Este cadmio se puede reciclar, pero esa contaminación está en el punto de mira a la hora de considerar la tecnología.

Paneles biohíbridos

Están todavía en fase de investigación y son muy interesantes porque tratan de imitar la fotosíntesis natural de las plantas. Hace poco, te hablábamos de biomímesis y este es un ejemplo perfecto de ella.

La esperanza es que la conversión de energía y la eficiencia de estos paneles puede ser mucho mayor que la de los otros tipos de placas solares que hemos visto.

Aparte de estas clases de paneles solares aún podríamos encontrar otros, como los de concentración solar, pero en realidad, buena parte de ellos son de silicio como los que hemos visto al principio.

La tecnología solar no deja de avanzar y esta energía sigue sorprendiendo por su capacidad de generar electricidad limpia cada vez más barata. Y con esta información, ya sabes los principales tipos de paneles solares que hay y podrás elegir o aconsejar perfectamente.

Comparte el artículo

Artículos relacionados

900 100 100

Ponte en contacto con nosotros

Te llamamos

Si lo prefieres, dinos tu teléfono y nos pondremos en contacto contigo