Los hospitales son infraestructuras críticas que requieren un funcionamiento ininterrumpido, lo que los convierte en centros con una alta demanda energética. Sistemas de climatización, quirófanos, laboratorios, cocinas y lavanderías: todos suman a un consumo energético en hospitales que nunca se puede detener.
Comprender cómo se distribuye ese gasto y qué medidas pueden aplicarse para optimizarlo es fundamental para garantizar eficiencia, sostenibilidad, seguridad y continuidad en el servicio sanitario.
Algunos datos del consumo energético en hospitales:
- El consumo eléctrico anual por cama se sitúa en torno a 29.000 kWh/cama al año. Lo que refleja el enorme gasto que implica el funcionamiento continuo de un hospital. (Hospitecnia)
- Por superficie, los hospitales consumen entre 215 y 415 kWh por metro cuadrado al año, muy por encima de otros edificios del sector servicios. (Hospitecnia).
- El consumo total anual por cama —incluida electricidad y energía térmica— suele estar entre 30.000 y 50.000 kWh. (AEIH Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria).
- El sector hospitalario representa aproximadamente el 27 % del consumo energético total del sector servicios en España. (AEIH Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria).
- El coste de consumo energético en hospitales puede llegar hasta el 10% de los costes de operación del hospital.
Estos datos reflejan la magnitud del reto energético que suponen los centros hospitalarios y el impacto presupuestario que implica su gestión.
Retos principales en la gestión energética hospitalaria
- Continuidad operativa: los centros hospitalarios deben garantizar un suministro ininterrumpido en áreas críticas (UCI, quirófanos, laboratorios), con sistemas de respaldo y mantenimiento sin parada.
- Infraestructuras obsoletas: muchas instalaciones de agua caliente sanitaria o climatización funcionan aún con acumuladores obsoletos, provocando pérdidas térmicas y sobreconsumo.
- Alta intensidad: servicios como Lavandería, cocina, esterilización e imagen médica, junto con la ventilación 24/7 concentran gran parte de la demanda energética hospitalaria.
- Presión regulatoria y medioambiental: Las exigencias de eficiencia y descarbonización obligan a planificar renovaciones sin comprometer la seguridad clínica ni la continuidad del servicio.
Estrategias eficaces para el ahorro de energía
- Realizar auditorías energéticas hospitalarias detalladas para detectar rápidamente los puntos críticos de consumo y priorizar inversiones.
- Aplicar mejoras en los sistemas de climatización y ventilación, incluyendo sistemas de zonificación, caudal/velocidad variable y recuperación de calor.
- Instalar sistemas de Agua Caliente Sanitaria (ACS) bajo demanda, que eviten las pérdidas asociadas al almacenaje térmico.
- Instalar iluminación LED con control, optimizando el consumo energético hospitalario.
- Implantar el autoconsumo fotovoltaico y almacenamiento cuando proceda, una solución rentable y sostenible.
Los centros hospitalarios consumen mucha energía, pero también tienen un gran margen para optimizar el consumo, mejorar la sostenibilidad y reducir costes. Integrar tecnologías eficientes y mejorar la gestión energética resulta clave para asegurar su viabilidad económica y ambiental.
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