Mucha gente se pregunta cuál es la rentabilidad de las placas solares y si estas merecen la pena económicamente. La respuesta es clara: son una excelente inversión.
Eso sí, cuál es la rentabilidad de las placas solares en cada caso concreto dependerá mucho de la situación individual. Por eso, vamos a ver qué debes tener en cuenta para calcular esa rentabilidad en tu caso.
La rentabilidad general de las placas solares
Las placas solares son muy rentables porque estarán dando rendimiento durante mucho tiempo.
Fácilmente, nuestra instalación nos puede funcionar durante 25 o 30 años y, durante todo ese período, nos estará ahorrando en la factura de electricidad por dos vías:
- La energía que dejamos de consumir y pagar.
- La compensación por los excedentes que volquemos a la red cuando produzcamos energía y no la usemos. Esto solo se da si elegimos la modalidad de instalación conectada a la red con vertido de excedentes, claro.
De esta manera, podemos reducir mucho el término de energía (la parte de consumo en la factura), aunque no podremos reducir a cero dicha factura a menos que tengamos una instalación 100% aislada. En ese caso, precisamos baterías y nos saldrá bastante más caro, pero el ahorro mensual también será mayor.
El dinero que nos ahorramos cada mes, y que será muy diferente en cada caso, es la cifra más importante para calcular la rentabilidad de la inversión.
El período de recuperación de la inversión
Uno de los conceptos importantes a la hora de hacer cualquier inversión, como la de las placas solares, es cuánto tiempo vamos a tardar en recuperar el dinero que hayamos puesto.
Es decir, cuánto tiempo tiene que pasar para que el ahorro que nos proporcionan las placas compense lo que nos costaron en su día.
Calcular esto es muy sencillo.
Por ejemplo, imaginemos que nuestra instalación fotovoltaica nos ha costado 4000 euros en total.
Cada mes, esas placas nos permiten ahorrar unos 50 euros de consumo, lo que vienen a ser unos 600 euros anuales.
En este ejemplo, el período de recuperación de la inversión sería de 6,6 años. Es decir, cuando pasen esos 6 años y 7 meses (aproximadamente), habremos recuperado el dinero inicial. A partir de ese momento, todo el ahorro que nos proporcionen las placas solares es una «ganancia neta».
Con esa ganancia, podremos calcular exactamente el beneficio total de la inversión.
Cómo calcular la rentabilidad de nuestras placas solares
Ya hemos visto que, en este ejemplo:
- Nos ahorramos unos 600 euros al año en la factura eléctrica.
- Nuestra ganancia neta comienza después de 6 años y medio (redondeamos así para hacerlo más sencillo).
Suponiendo que las placas nos duren 25 años, aún quedarían 18 años y medio en los que nos van a estar ahorrando 600 euros.
Así, nuestra inversión nos daría una ganancia neta de:
18,5 años x 600 euros anuales = 11.100 euros.
Como vemos, la fórmula para calcular esta rentabilidad final sería:
Años de vida de la instalación (25 en el ejemplo) multiplicados por el ahorro anual (600 en el ejemplo) y restando el coste de la instalación (4000 euros en el ejemplo).
Gracias a esas placas, cuando su vida útil termine tendremos 11.100 euros más en nuestra cuenta bancaria que no tendríamos de haber seguido sin ponerlas.
Cómo calcular la rentabilidad de las placas solares en nuestro caso particular
Cada situación es muy diferente, desde familias con niños hasta gente que vive sola. Por eso, lo importante en cada caso es analizar a fondo el proyecto de autoconsumo y dimensionarlo correctamente.
Esta es la clave y, cuando hablemos con las empresas instaladoras, deberemos saber:
- Cuánta electricidad consumimos cada mes, aunque sea una aproximación con cifras medias.
- La situación de nuestra vivienda y de las placas, lo que permitirá saber cómo de eficientes serán y cuántas hará falta poner para cubrir nuestra demanda del punto anterior. Esto determinará el precio de nuestro proyecto de autoconsumo.
- El ahorro de consumo mensual que nos pueden proporcionar esas placas, dato que podremos aproximar usando los dos anteriores.
- La garantía y durabilidad de la instalación.
Con eso, podemos calcular nuestra rentabilidad como en el ejemplo que hemos visto.
Puede ser tentador invertir de lleno e instalar toda la potencia posible, pero en la mayoría de los casos, esto no será rentable. Debemos recordar que, si la instalación no está aislada de la red, reducimos nuestro consumo con las placas, pero la parte de término de potencia instalada la seguiremos pagando íntegra.
Del mismo modo, aunque volquemos a la red muchísima energía sobrante, se nos compensa solo en la parte de consumo. Aunque consiguiéramos bajarla a cero, la energía adicional que vertimos la estaremos regalando, nunca nos van a compensar potencia, impuestos u otros conceptos.
Por eso, dimensionar adecuadamente el autoconsumo es tan importante. Con esa información y siguiendo los ejemplos de cálculo que hemos visto, podemos aproximar nuestro caso particular.
Sea cual sea la cifra final de ahorro en nuestro caso, una cosa es clara, instalar placas solares es una inversión muy rentable.