Si quieres iniciarte en el autoconsumo de energía, pero no tienes el dinero o el espacio para hacerlo, no te preocupes. Para esos casos existe la figura del autoconsumo colectivo o compartido. Con esta modalidad, podrás empezar a generar tu propia energía junto a tus vecinos, ahorrando y pudiendo disponer de las zonas comunes de la finca para la instalación.
Como siempre, te contamos todo sobre el autoconsumo colectivo de una manera sencilla, clara y amena.
¿Qué es el autoconsumo colectivo?
El autoconsumo colectivo de energía es la posibilidad de generar electricidad renovable compartiendo el proyecto con otras personas o empresas. En la mayoría de casos, los proyectos de autoconsumo compartido serán llevados a cabo por comunidades de vecinos, aunque no siempre es así.
En teoría, unas cuantas empresas también pueden unirse, instalar placas solares y beneficiarse, entre todas, de la energía producida.
Este proceso se realiza mediante la creación de un proyecto solar comunitario en el que las personas del grupo costean entre todos la instalación de los paneles, y luego comparten la electricidad producida.
¿Qué ventajas tiene el autoconsumo colectivo frente al individual?
Las ventajas son claras y la primera es superar uno de los obstáculos principales que siempre ha tenido el autoconsumo, que la mayoría de gente no tiene el lugar adecuado para la instalación de placas solares.
1. Puedes instalar placas en la ubicación adecuada, aunque no sea tuya
Más del 70% de la población española vive en un piso. Esto significa que, en casi todas las ocasiones, no será posible instalar placas solares porque no hay espacio. Podrías sacrificar un balcón o terraza, pero lo perderías, sería un engorro y, en la enorme mayoría de casos, no cabrían suficientes placas fotovoltaicas para marcar una diferencia en la factura.
Sin embargo, si el proyecto lo lleva a cabo una comunidad de vecinos, esta puede habilitar la terraza comunitaria, en caso de tenerla, o permitir que las placas se instalen en el tejado de la finca, algo que individualmente no podrás hacer.
Lo mismo ocurre en el caso de empresas. Puede que algunas no tengan el terreno adecuado en el polígono industrial, pero otras cercanas, sí. Esas empresas pueden juntarse, compartir los costes de la instalación solar y aprovechar la energía.
Esto conecta con algo que la legislación actual sobre autoconsumo compartido permite: el hecho de que la instalación no tenga que estar, ni siquiera, en tu propio terreno.
Imagina que tu comunidad de vecinos quiere iniciar un proyecto solar, pero su ubicación no permitiría extraer todo el rendimiento y no sería rentable. Sin embargo, la comunidad de al lado tiene un lugar más privilegiado con sol constante.
Ambas comunidades pueden juntarse en un proyecto de autoconsumo colectivo y poner las placas en el tejado de una, llevando la energía con cableado hasta la otra. Lo mismo puede ocurrir en el caso de empresas. La instalación puede estar en los terrenos que sean óptimos, aunque no sean propiedad de todos.
2. Permite reducir costes de instalación
Es posible que no tengas el dinero para iniciar una instalación por tu cuenta, pero juntándote con otros, sí podáis reunir el presupuesto que hace falta.
Además, como eso implica un proyecto más grande, es posible que la empresa instaladora os dé opciones ventajosas de financiación, o incluso algún descuento, que seguramente no tendrías si lo hicieras solamente por tu cuenta.
Del mismo modo, también permite repartir el riesgo del proyecto.
3. Reduce la factura eléctrica
Obviamente, uno de los atractivos de generar tu propia electricidad es bajar la factura de la luz. Para eso, existe la figura del autoconsumo colectivo con excedentes acogidos a compensación.
Esto significa que la instalación comunitaria puede volcar su excedente a la red y recibir la bonificación correspondiente en la factura, exactamente igual que si se tratara de un proyecto individual.
4. Obtienes energía renovable y reduces las emisiones
La última gran ventaja es obvia y por la que siempre apostamos en Enérgya-VM. Estarás luchando contra el cambio climático, además de implicar a más personas en ello, produciendo un mayor impacto.
Las placas solares reducirán el consumo de electricidad a partir de energías no renovables, así como las emisiones y la huella de carbono de toda la comunidad o grupo de empresas.
¿Cuál es la legislación que rige el autoconsumo colectivo?
En España, el autoconsumo compartido está regulado expresamente en el Real Decreto 244/2019, por el que se establecen las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo de energía eléctrica.
Esta nueva legislación supuso un giro importante, porque, hasta entonces, la figura del autoconsumo colectivo no estaba contemplada.
¿Cómo empezar con el autoconsumo colectivo?
Comenzar es sencillo, tienes que reunir a interesados en la instalación y proponer el proyecto. Por ejemplo, a tu comunidad de vecinos. Eso sí, hay dos condiciones importantes que cumplir.
- Todos los asociados al proyecto deben pertenecer a la misma modalidad: es decir, autoconsumo con excedentes compensados, con excedentes sin compensar o sin excedentes. Normalmente, en proyectos entre vecinos, esto no será problema, ya que para la inmensa mayoría, los excedentes acogidos a compensación son lo más conveniente.
- Firmar un acuerdo de reparto de la energía. Esto ya dependerá de la situación concreta (como hemos visto, puede haber iniciativas donde no todo el grupo aporta lo mismo y, por tanto, no recibirá lo mismo). La condición básica es que ese reparto debe tener coeficientes fijos.
No te preocupes, te explicamos esto último.
El coeficiente fijo implica que, si un miembro del grupo no usa un excedente, se vuelca a la red, no puede cederlo a otro asociado que a lo mejor lo necesite.
Ese es un inconveniente, porque no permite optimizar la producción de energía ni los excedentes, perdiendo parte de la electricidad en favor de la red.
Es deseable que eso cambie en un futuro pero, de momento, la ley es clara con esos coeficientes.
Como ves, el autoconsumo colectivo es una excelente manera de iniciarse en la generación de energía renovable propia. La posibilidad de repartir el coste y, sobre todo, acceder a un lugar idóneo para la instalación, lo hacen perfecto para la mayoría de los que vivimos en un piso, por ejemplo. Así que ya sabes, si te ves identificado en lo que has leído, puedes buscar asociados y comenzar el proyecto.