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¿Qué es la calificación energética y cuál es la mejor?

Nuestra vivienda tiene una calificación energética que nos indica su eficiencia a la hora de ahorrar energía, así como su impacto ambiental.

Puede que no sepas muy bien de qué hablamos, que te hayas encontrado con la necesidad de obtener un certificado energético para tu casa o interpretar el de una vivienda en la que estás interesado.

Sea como sea, no te preocupes, porque te explicamos muy fácilmente todo lo que necesitas saber sobre la calificación energética.

¿Qué es la calificación energética de una vivienda?

Se trata de un baremo que mide la eficiencia energética de un inmueble y que puede ir desde la letra A (máxima eficiencia energética) hasta la letra G (mínima eficiencia).

Para obtener una calificación u otra, lo que se mide es, teniendo en cuenta la superficie de la vivienda y las condiciones climáticas de la zona, cuánta energía consume la casa para poder vivir y ocuparla en condiciones normales.

Para eso, se mira principalmente la energía consumida en iluminación, calefacción, refrigeración…

Así, una casa perfectamente aislada precisará menos energía para mantenerse a una temperatura agradable que aquella que no lo esté y, por tanto, su calificación energética será mejor.

¿Qué indicadores se usan para poner la calificación energética de una casa?

Los principales son:

  • La emisión anual de CO2 por m2.
  • El consumo de energía no renovable, también por m2.

Además de estos, se utilizan otros indicadores complementarios y podemos ver cómo, en esa eficiencia, influyen elementos que van más allá de los materiales con los que está construida la casa, como pueden ser la orientación hacia el sol o posibles instalaciones de energía renovable, como placas de autoconsumo solar.

Especialmente en edificios de nueva construcción, donde puedes modificar esas variables mucho más fácilmente, se tienen muy en cuenta para optimizar la construcción y tener una calificación energética favorable.

Como vemos, no solo estamos hablando de eficiencia a la hora del consumo de electricidad, sino que dicha calificación energética también nos indica el impacto ambiental de nuestra casa.

¿Cómo puedo saber la calificación energética de mi vivienda?

Para esto, hay que pedir la realización de un certificado energético. Este lo expiden las comunidades autónomas, por lo que el organismo concreto que se encarga de ello dependerá de en cuál vivas.

Lo que sí es interesante conocer es que obtener ese certificado es obligatorio, desde el año 2013, en el caso de que desees vender o alquilar una vivienda de tu propiedad. Debes presentarlo al inquilino o comprador, así como especificar la calificación energética en los anuncios que pongas.

No cumplir esa obligación, o falsear el certificado o la información energética, puede acarrear multas.

Del mismo modo, si estás pensando en alquilar o comprar, debes poder acceder a esta información.

¿Cuál es el procedimiento para obtener el certificado energético de una vivienda?

Una vez nos ponemos en contacto con el organismo autonómico, nos darán cita con el técnico certificador, que en el día acordado visitará la vivienda, realizará planos, analizará materiales, orientación, cerramientos, etc.

De acuerdo a los datos y a los índices base anuales que correspondan, el técnico realiza sus cálculos que acabarán otorgando esa calificación que va desde la A hasta la G. Además, en ese informe también aparecerán otros datos sobre impacto ambiental.

Una vez obtenido, el propietario debe registrar el certificado donde corresponda en su comunidad autónoma (le habrán informado de dónde), ya que este paso es obligatorio para que el certificado y la calificación energética tengan validez.

¿Cuál es el origen de la calificación energética?

Como en el caso de la etiqueta energética de los electrodomésticos, la iniciativa también vino de la Unión Europea y en España se desarrolló mediante el Real Decreto 235/2013 que establece el procedimiento a seguir.

La voluntad tras esta legislación es mejorar la calificación de las viviendas, ya que, en Europa, la construcción es un sector que consume mucha energía y tiene un enorme impacto ambiental.

¿Entonces puedo mejorar la calificación energética de mi vivienda? Si es así, ¿cómo puedo hacerlo?

Sí se puede. La mejora puede venir dada con rehabilitación, reformas, instalaciones de autoconsumo y otras medidas.

¿Cuánto puedo ahorrar mejorando mi calificación energética?

Tomar medidas para mejorar la calificación puede ser muy beneficioso para el medio ambiente, pero también para nuestro bolsillo.

Organismos como Certicalia han valorado que una vivienda con calificación B puede gastar de media, en climatización y agua caliente, unos 282 euros anuales. En el otro extremo, una vivienda similar con calificación G, puede llegar a los 1.535 euros.

Es decir, más de mil euros de ahorro anuales solamente en estos conceptos.

Como vemos, la calificación energética es un tema muy importante. La construcción causa un enorme impacto ambiental y, en España, muchos edificios se han construido, durante mucho tiempo, sin tener en cuenta su eficiencia en la conservación de energía.

Eso hace que perdamos mucho dinero al año y afectemos al medio ambiente. Por eso, conocer nuestra calificación energética y mejorarla puede ser una de las mejores inversiones que hagamos.

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