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¿Qué es la descarbonización y en qué me afecta?

El calentamiento global se ha convertido en una realidad. Las emisiones de gases de efecto invernadero expulsados a la atmósfera durante las últimas décadas han conseguido que este fenómeno sea más que una amenaza. Por suerte, tanto la sociedad, como las empresas y organizaciones están dando importantes pasos para revertir la situación. El futuro de nuestro planeta pasa por disponer de una economía sostenible y, para ello, el proceso de descarbonización será clave.

¿Qué es la descarbonización? 

La descarbonización es el proceso mediante el cual se consiguen reducir las emisiones de carbono a la atmósfera, especialmente de dióxido de carbono (CO2). Con este proceso se pretende lograr una economía global con bajas emisiones que permitan conseguir la neutralidad climática. 

El crecimiento industrial de las sociedades, gracias a la quema de combustibles fósiles, ha provocado un aumento de las emisiones de CO2. La liberación de este compuesto de carbono y oxígeno es una de las causas principales del efecto invernadero y, por lo tanto, del calentamiento global y del cambio climático. Para lograr la descarbonización es imprescindible realizar un proceso de transición energética, un cambio estructural que nos permita eliminar las emisiones de carbono de la producción de energía. Se trata de electrificar la economía y basarla en energías alternativas limpias que emitan únicamente lo que el planeta puede absorber.

Principales fuentes emisoras de carbono 

Desde la revolución industrial, la producción de dióxido de carbono ha aumentado año tras año, especialmente en la época en que se empezó a abusar de la quema de derivados del petróleo. Hoy en día, una de las causas más conocidas de las emisiones de carbono son los vehículos que transportan mercancías y personas

Según el INE, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en 2021 fueron de 294,9 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (tCO2e)

En este año, la industria manufacturera concentró el 25,4 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. Las emisiones de los hogares representaron el 23,0% del total y las actividades de la agricultura, ganadería, selvicultura y pesca el 17,3%. 

Sin embargo, las fuentes naturales también emiten dióxido de carbono a la atmósfera. Durante miles de años la atmósfera absorbe dióxido de carbono del proceso de respiración de los seres vivos. Por otro lado, los incendios forestales y las erupciones volcánicas son sucesos naturales que emiten CO2, aunque si sumamos las emisiones de estas tres fuentes no representan ni el 1% del total emisiones dióxido de carbono producido por los seres humanos.

¿Cómo podemos ayudar a lograr la descarbonización? 

Para conseguir la neutralidad en carbono es imprescindible que la sociedad, los gobiernos y las grandes empresas se impliquen en la transición energética.

Las políticas gubernamentales que busquen hacer realidad la economía baja en carbono, que fomenten la creación de iniciativas innovadoras y de desarrollo sostenible son necesarias para efectuar con éxito el proceso de descarbonización. Además, no podemos olvidar la apuesta por todas las energías limpias y renovables que juegan un papel fundamental en la transición energética. 

Afortunadamente, existen numerosos sectores que pueden contribuir a una descarbonización efectiva. Las medidas fiscales, de vivienda, industriales o de transporte son solo algunos ejemplos. Juntos podemos lograr una reducción gradual de las emisiones de CO2. Estos son algunos principios clave para lograr la neutralidad de CO2:

  • Crear ayudas para que el sector industrial pueda implementar iniciativas para la transición energética
  • Fomentar una alimentación más sostenible, con menor dependencia de la agricultura y la ganadería extensiva. 
  • Promover programas de modernización de edificios para reducir las emisiones con el apoyo de fuentes de energía limpia como la energía solar.
  • Fomento de la economía colaborativa
  • Apoyar la movilidad sostenible
  • Impulsar el desarrollo de nuevas tecnologías de captura, uso y almacenamiento del carbono (CCUS), que permiten atrapar el CO₂ para luchar contra el cambio climático.
  • Desarrollar proyectos de investigación y desarrollo enfocados a la creación de nuevas empresas bajas en emisiones.
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