Dentro de las energías del futuro siempre se ha hablado del hidrógeno. Tanto para la movilidad, como para la generación de electricidad en general, se le ha considerado una pieza clave. Sin embargo, su uso es todavía limitado y, además, hay diferentes tipos de hidrógeno. El más interesante de ellos es, sin duda, el hidrógeno verde. Por eso, queremos que sepas todo sobre él.
Como veremos, no todo el hidrógeno es igual. Para la creación de este combustible tenemos diversas técnicas y de ello depende que sea totalmente ecológico o no.
¿Qué es el hidrógeno verde?
El hidrógeno verde es aquel que se produce usando solamente energías renovables. Estas tienen unas emisiones muy bajas o nulas, de manera que, durante su proceso de producción, el hidrógeno verde tampoco afecta negativamente al medio ambiente.
Como durante su uso como combustible, por ejemplo, el hidrógeno de cualquier tipo tampoco produce emisiones nocivas, el hidrógeno verde sería pues la alternativa más ecológica, ya que apenas tendría impacto ambiental durante todo su ciclo de vida.
¿Qué otras clases de hidrógeno existen?
Tradicionalmente, la producción de hidrógeno se ha hecho mediante el uso de combustibles fósiles y, dependiendo del proceso de creación, recibe una denominación en colores, aunque el hidrógeno en sí siempre sea un gas incoloro.
Así, además del hidrógeno verde, tenemos:
- Hidrógeno «marrón»: que se produce mediante la gasificación de carbón o lignito.
- Hidrógeno «gris»: que se fabrica mediante el reformado con vapor del metano, el cual suele utilizar gas natural como materia prima.
Ambos procesos de producción no son ambientalmente respetuosos, de manera que, a fin de reducir ese impacto también tenemos:
- Hidrógeno «azul»: este gas se produce de nuevo por reformado con vapor de metano, pero las emisiones se reducen mediante la captura y el almacenamiento de CO2. Este proceso podría disminuir aproximadamente a la mitad la cantidad de carbono producida, pero aún está lejos de ser libre de emisiones.
Aunque hay otros intentos más efectivos de reducir dichas emisiones en la producción de hidrógeno (como la pirólisis de metano, que a veces recibe el nombre de «hidrógeno turquesa» y puede atrapar hasta el 90-95% de CO2), todavía están en una fase piloto y, debido al abaratamiento de las tecnologías renovables, el hidrógeno verde resulta mucho más interesante y práctico ahora mismo.
¿Cómo se produce el hidrógeno verde?
La clave está en separar el agua (H2O) en sus componentes: hidrógeno y oxígeno. Para eso, se aplica una corriente eléctrica externa sobre el agua.
Este proceso, llamado electrólisis, es el más eficaz para producir hidrógeno a partir de la electricidad y la clave es que dicha electricidad esté generada por energías renovables para considerar verde al hidrógeno.
¿Por qué es importante el hidrógeno verde?
Porque, aunque el uso energético del futuro pasa por una gran electrificación impulsada por renovables, no es posible, ni eficiente, electrificar todo.
Por ejemplo, transportes, especialmente de gran tonelaje, aviación y similares, requerirán de hidrógeno como combustible.
Del mismo modo, el hidrógeno verde ayuda a paliar uno de los grandes desafíos de la electricidad renovable, su dificultad para almacenarla. Con el hidrógeno verde tenemos una forma de convertir electricidad en combustible o fuente de energía que puede ser almacenable, transportable y limpia.
Especialmente en sectores o lugares donde sea difícil hacer llegar la electricidad, o esta no sea la manera óptima de uso (como en ese gran transporte), el hidrógeno verde será clave.
Una muestra de su importancia es el papel que tiene dentro del Green Deal de la Unión Europea, que busca potenciarlo.
¿Cuáles son las ventajas del hidrógeno verde?
Sabiendo todo lo anterior, las principales ventajas del hidrógeno verde son claras.
- Es respetuoso con el medio ambiente: ya que no emite gases contaminantes o que provoquen efecto invernadero. Ni durante su uso como combustible, ni durante su producción.
- Se puede almacenar y transportar fácilmente: por ejemplo, se puede incluso usar la infraestructura de gas que tenemos para llevarlo donde haga falta (eso sí, mezclándolo con dicho gas).
- Tiene múltiples usos: ya que, una vez convertido en hidrógeno, se puede usar como fuente de electricidad de nuevo, o como gas combustible para vehículos.
¿Cuáles son las desventajas del hidrógeno verde?
Como es normal, no todo son ventajas. De hecho, algunos de los principales desafíos que tiene por delante el hidrógeno han hecho que siempre parezca la gran promesa, pero que su uso no sea masivo.
Eso se debe a estas desventajas:
- Es caro de producir: porque la electrólisis no es barata. Es verdad que las renovables no paran de reducir su coste y eso juega en su favor, pero no es un proceso que haga rentable el hidrógeno aún.
- Tiene riesgos de seguridad: ya que es un gas inflamable y volátil, que precisa de medidas de seguridad para prevenir que escape o combustione.
- Consume bastante energía en su producción: siendo, en general, poco eficiente en su fabricación.
Todos estos retos son los que se quieren superar mediante el impulso al hidrógeno verde, a fin de hacer de él una pieza clave en el mix de energías del mañana.
Como vemos, no todo el hidrógeno es igual y el verde es el más respetuoso con el medio ambiente. Necesario para impulsar de manera limpia algunos sectores, es de esperar que, con el abaratamiento de las renovables y el aumento de la inversión, escuchemos mucho más su nombre en un futuro cercano.